2021-04-282021-04-28https://hdl.handle.net/20.500.13077/495Las diferencias existentes entre cada persona y que le convierten en única, son realidades que están presentes en toda comunidad educativa y representan el foco de acción para una educación inclusiva. En la actualidad, cada docente se enfrenta a un desafío, a una tarea que demanda garantizar que toda la población estudiantil pueda acceder a los procesos de calidad, mismos que deben ser organizados y con una adecuada utilización de los recursos. Es por ello, que este artículo intenta reflexionar sobre el derecho a la educación, específicamente, en lo referente a la atención a la diversidad y los principios de la educación inclusiva. Por lo tanto, la promoción de comunidades de aprendizaje, respetuosas de las diferencias, es la única forma de que los espacios de aprendizaje dejen de contribuir a profundizar las desigualdades, abandonando prácticas que fomentan la discriminación y la exclusión.application/pdfDerechos de autor 2019 Revista Académica ArjéDiversidadEducación para TodosInclusiónBarreras para el aprendizajeParticipaciónartículo original