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Item Derechos culturales e históricos del pueblo Maleku en figura del comanejo de recursos naturales y culturales, Cuenca Río Frío, Caño Negro Huetar Norte(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Cornejo Venegas, ElvisRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item El Enfoque de Mejoramiento como modelo de extensión rural: Resultados del proceso en las comunidades de Boca San Carlos y Boca Tapada, Pital, San Carlos(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Murillo Araya, María ElenaRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Expresiones artesanales de la Región Huetar Norte y desafíos(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Pretiz, LoidaRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Extensión socio ambiental y cultura forestal(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Cornejo Venegas, Elvis; Hernández López, JorgeRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Fortalecimiento de las capacidades de líderes comunales para la gestión local del desarrollo en la Región Huetar Norte(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Villalobos Araya, AdrianaRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Llegué a Saramago tarde(Heredia, Costa Rica, 2020-04-16) Montero Corrales, CristopherItem Medios de Comunicación y Desarrollo en la Zona Norte(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Fournier Artavia, SebastiánRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Mujeres migrantes; mujeres con derechos, más allá de los documentos(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Barrantes Estrada, TaniaRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Olga Tokarczuki. Los errantes(San José, Costa Rica, 2021-08-01) Montero Corrales, CristopherCritica literaria sobre el libro de viajes, Los errantes de Olga TokarczukItem El paisaje cultural Maleku dinamizado por la relación con los sitios sagrados Torolhamiy Cote(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Solís Aguilar, DavidRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Películas de Hollywood rodadas en la RHN de Costa Rica, minutos que invertimos viendo contenido audiovisual(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Barquero, José CarlosRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Perspectivas Productivas en la Región Huetar Norte, La Experiencia de Parque Muelle(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Perera García, VíctorRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Polos tecnológicos rurales con liderazgo de mujeres jóvenes rurales(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Camacho, KemlyRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Proceso de planificación estratégica del territorio Norte – Norte, una mirada desde el ser humano (2013 2023)(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Ubau H., AlejandroRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Sistema de Información Cultural Costa Rica, SICULTURA(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Cedeño Vargas, NataliaRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Sistemas territoriales de agricultura familiar como motores de desarrollo(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Samper, MarioRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Situación socioeconómica de la Región Huetar Norte y sus principales desafíos(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) Morales Aguilar, NataliaRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.Item Visión Lectora: Experiencias sobre animación lectora y formación literaria desde la educación no formal para fortalecer el alfabetismo funcional en la región(Alajuela, Costa Rica, 2018-08-09) León Salas, MarilynRepensar las condiciones sociales es un ejercicio pendiente en la Región Huetar Norte (RHN) de Costa Rica. En una zona caracterizada por su alto potencial productivo, que en los últimos años ha demostrado altos niveles de competitividad y emprendedurismo, rara vez suele hablarse de las implicaciones sociales y humanas que estos avances conllevan para los habitantes de esta región. Es decir, es frecuente que se discuta acerca de datos, logros y proyectos a futuro desde perspectivas económicas, pero poco o nada se habla sobre los cambios socioculturales relacionados con los nuevos modos de vida asociados a los procesos migratorios, los cambios en las formas de aprovechamiento de los recursos naturales, la reestructuración de las cadenas de producción, y en general con las dinámicas intra y extra-regionales de redes sociales que vuelven cada vez más borrosa la distinción entre vida rural y vida urbana. Así pues, parece necesario comprender el desarrollo humano en la región en un sentido más amplio, y esto implica reconocer que crecer humanamente significa también promover la sensibilidad estética, la memoria histórica y el pensamiento crítico, tanto como alcanzar buenos índices económicos, mejores condiciones laborales y un mayor acceso a salud y educación de calidad. De ahí que el diálogo constante entre académicos y profesionales, así como con organizaciones de productores y otras fuerzas vivas vinculadas directamente al desarrollo rural de la región, se torne una actividad fundamental para promover la construcción de proyectos que favorezcan una visión estratégica regional que permita enfrentar de mejor manera los retos a futuro. En la actualidad la región enfrenta los impactos de los programas de ajuste estructural, la apertura económica y la renegociación de tratados de libre comercio, lo que ha provocado la transformación paulatina de muchas de las prácticas, costumbres, y actividades que otrora caracterizaron a las poblaciones de estos territorios. Poco a poco, la vida de una gran cantidad de comunidades rurales, que antes dependían de la agricultura, alterna cada vez más con otras actividades económicas como la agroindustria, el turismo y, más recientemente, las industrias de tecnología que han experimentado un relativo auge en los últimos años gracias en parte a la formación de alta calidad que brindan las instituciones públicas de educación superior de la zona. Con todo, el potencial de la región parece no agotarse, sino más bien estar en un momento clave en lo que respecta a las posibilidades de inversión y desarrollo. Ante proyectos de gran escala como el parque industrial en Muelle, la habilitación del paso entre Vuelta de Kooper y Chilamate, el puesto fronterizo de Tablillas y la construcción del aeropuerto, entre otros, se anuncian nuevas transformaciones en las dinámicas de producción y en los modos de vida asociados a ellas que requieren ser pensadas desde una perspectiva humanista, si lo que se quiere es alcanzar niveles de desarrollo que, más allá de lo económico, favorezcan el desarrollo integral de los habitantes de la región. Ante esta realidad compleja que confluye en la RHN, la academia tiene la responsabilidad de aportar mediante la reflexión crítica a la construcción de agendas que promuevan la sostenibilidad, los derechos humanos, la equidad y la calidad de vida. En este sentido, las universidades públicas de la región, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN), desean unir esfuerzos para contribuir al trabajo que se está realizando en la región mediante la creación de un espacio de encuentro para el intercambio de diversos puntos de vista en torno a los problemas actuales y futuros de la RHN. Estas instituciones contemplan dentro de sus planes de desarrollo y ejes estratégicos el fortalecimiento de las relaciones universitarias con la sociedad en ámbitos culturales, ambientales y sociales, así como productivos, técnicos y humanitarios, entre otros, desde las cuales buscan proyectarse a la sociedad costarricense de manera transformadora. En este sentido es que se propone el I Congreso de Humanidades y Sociedad Región Huetar Norte de Costa Rica 2018: Identidad, producción y cultura, el cual busca convertirse en un espacio para repensar la cultura y la sociedad de la Región a la luz de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades. Se han elegido estos tres ejes en el entendido de que los sistemas de producción no son independientes de los modos de vida de las personas, sino que estos influyen en gran medida en la conformación de las identidades de una determinada región. En un momento en que se anuncian grandes transformaciones para la RHN, el preguntarse acerca de la identidad regional se convierte en una necesidad para proyectarse hacia el futuro de manera humanista.