Investigación y Transferencia
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Browsing Investigación y Transferencia by Subject "ACTIVIDADES AGROPECUARIAS"
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Item Influencia de flujos de agua provenientes de actividades agropecuarias sobre ecosistemas acuáticos pertenecientes al Refugio de Vida Silvestre Cipanci(Guanacaste, Costa Rica, 2013-01-02) Arias Araya, María FernandaEl agua es un recurso natural vital para el funcionamiento de los ecosistemas y el bienestar humano, por eso cuando se habla de una gestión integrada del recurso hídrico, hay una referencia a la protección de los ecosistemas. En Centroamérica el deterioro de los ecosistemas es una de las causas en la disminución de la calidad y cantidad de agua, por lo que su protección y conservación resulta una acción necesaria para contribuir a la seguridad hídrica a nivel local, nacional y regional. (GWP, 2012) La biodiversidad es la variedad de formas de vida en todos sus niveles y combinaciones, esto incluye a los ecosistemas, las diferentes especies y sus genes. El agua es un elemento esencial para conservar la biodiversidad, ya que sostiene los complejos ecológicos que permiten la vida. La diversidad de especies de agua dulce es muy alta comparada con la de otros ecosistemas. Los hábitats de agua dulce cubren menos del 1% de la superficie del mundo, sin embargo, son el hogar de más del 25% de todos los vertebrados descritos, más de 126.000 especies conocidas de animales, y de aproximadamente 2.600 plantas macrofitas. (IUCN, 2008) Los ecosistemas de agua dulce proporcionan muchos bienes y servicios importantes: provisión de alimentos, agua limpia, materiales de construcción, y control de las inundaciones y de la erosión. Los medios de vida de muchas comunidades más pobres dependen de los recursos de los ecosistemas de agua dulce. (IUCN,2008) El crecimiento de la población humana junto con el desarrollo industrial y agrícola, ha sometido a los sistemas de agua dulce a una tensión enorme. Altos niveles de extracción de agua, el drenaje de los humedales y la canalización de los ríos, la deforestación que conduce a la sedimentación, la introducción de especies invasoras, y la sobrerrecolección han tenido sin excepción impactos de gran relevancia. Además, el cambio climático, la creciente escasez de agua, y los objetivos del desarrollo como lograr un mayor acceso al agua potable y al saneamiento tendrán repercusiones importantes en el futuro. (IUCN, 2008) La reducción del caudal del agua o su contaminación ocasiona la pérdida de la biodiversidad, no solamente acuática, sino de las otras especies que la utilizan. Cuando se elimina la vegetación se produce la disminución de la evapotranspiración, la pérdida del agua acumulada en las plantas y la que se retiene en la biomasa y en el suelo, de esta forma se pierden ecosistemas altamente productivos. En los últimos treinta años, el 50% de los ecosistemas de agua dulce se han perdido irreversiblemente debido a actividades productivas que no han tomado en cuenta los servicios ambientales sostenibles. (Flores, 2003) El análisis del ecosistema acuático para el mejor aprovechamiento del recurso necesita datos georeferenciados y no sólo información relativa a unidades administrativas. Además se necesita un enfoque integral y de ecosistema, considerando que los recursos hídricos son parte de sistemas funcionales (como las cuencas hidrográficas) y deben tenerse en cuenta las complejas interrelaciones entre los componentes físicos y bióticos. El desconocimiento de la importancia de algunos ecosistemas de agua dulce ha promovido su destrucción y degradación. El vínculo existente entre la utilización de los recursos hídricos y los ecosistemas que abastecen el agua ha sido generalmente ignorado, dificultando su gestión sostenible. (Fernández, 1999). Durante muchos años, las áreas protegidas han sido consideradas como instrumento esencial para la conservación de la biodiversidad. El impacto del cambo climático les confiere ahora una función renovada como instrumento de adaptación frente a un clima cambiante. A este respecto, su importancia es triple: - al proporcionar a las especies refugio y corredores de migración, las áreas protegidas les ayudan a adaptarse al pautado del cambio climático y a los fenómenos climáticos repentinos; - al proteger a las personas de los fenómenos climáticos repentinos, las áreas protegidas reducen su vulnerabilidad frente a las inundaciones, sequías y otros desastres ocasionados por el clima; - de un modo indirecto, al reducir los costos de los impactos negativos relacionados con el clima, las áreas protegidas permiten a las economías adaptarse al cambio climático Ante un clima cambiante, las áreas protegidas cobrarán una importancia aún mayor como zonas seguras que ofrecen a la biodiversidad unos hábitats de buena calidad y menos vulnerables a las condiciones climáticas extremas. Estas áreas constituirán refugios para las especies amenazadas y reservorios de genes de gran valor. También será importante proteger los paisajes de referencia, que son ecosistemas que sirven para planificar las intervenciones y evaluar los resultados de la restauración (Sayer, 2005). Las áreas protegidas, que ayudan al mantenimiento de los ecosistemas naturales, contribuyen a la protección física contra las grandes calamidades, cuyo número, según las predicciones, habrá de aumentar a la par con el cambio climático (Scheuren et al., 2007). Aunque las dimensiones de los desastres dependen por lo general de una suma de factores (por ejemplo, la reglamentación en materia de edificación o el uso de la tierra), en muchos casos los impactos podrían ser menores si el ecosistema es objeto de mantenimiento y el bosque está sujeto a medidas de protección. Los manglares costeros, los arrecifes de coral y las llanuras inundables suelen hacer las veces de zonas tampón que defienden tierras, comunidades e infraestructuras contra los peligros naturales. En un mundo futuro que sufrirá estrés ocasionado por el cambio climático, la pertinencia de las áreas protegidas como lugares viables dependerá de si las comunidades –tanto las que viven dentro de su perímetro como las que dependen de ellas– puedan satisfacer directamente sus necesidades vitales gracias a dichas áreas. La calidad del agua puede ser alterada como consecuencia de las actividades humanas o fenómenos naturales que produzcan efectos adversos y cambien su valor fisicoquímico o ecológico. De tal modo, cualquier alteración de la calidad física, química o biológica del agua, que provoque un efecto inaceptable de su utilidad o valor ecológico, es considerada como contaminación del agua. Un contaminante es el factor o la sustancia que provoca esa alteración. La contaminación de las aguas puede ser causada por: contaminación de la atmósfera, que va a modificar la calidad de las aguas de lluvia y la superficie del suelo que afectará las aguas de escurrimiento, los usos de los suelos (agropecuarios, urbano, construcción de obras, etc.), la disposición libre de desechos sólidos y líquidos, derrames accidentales de materiales en el agua, etc., y puede ser causada por las aguas residuales (Guzman, 1997). Para mitigar las amenazas e informar sobre la mejor planificación del desarrollo y la conservación, se necesita saber el estado actual del recurso hídrico, lo importantes que es para los medios de vida humanos y para el funcionamiento de los ecosistemas, y las amenazas latentes. Con base a todo lo anterior el laboratorio de calidad de aguas pretende obtener la información sobre la calidad de las aguas en áreas silvestres protegidas que se encuentran afectadas por el tramo medio-bajo de la cuenca Arenal Tempisque y así evaluar el riesgo del recurso sobre los ecosistemas.